Bocairent -Valencia-
Las surgencias de la Sierra de Mariola.
La Sierra de Mariola está formada geológicamente por plegamientos de materiales permeables que cabalgan en dirección norte sobre materiales impermeables del Mioceno, es decir, se montan ligeramente sobre ellos. Esta es la razón por la que existen tantas fuentes y manantiales en la vertiente septentrional de este macizo.
En la entrada anterior explicamos cómo nos llevamos un rapapolvo de la mano de un señor que nos vio salir de un alcavor cuya entrada está situada en terrenos de su propiedad, también contamos que aquella reprimenda se tornó en una agradable conversación y que aquel señor acabó dándonos una valiosísima información que nos iba a llevar a conocer muchas más de estas surgencias de la Sierra de Mariola.
Lo que nos contó aquel señor hizo que nos pusiéramos en contacto con el Ayuntamiento de Bocairent, agradacemos su disposición pues nos dieron nombres y números de teléfono, y así conseguimos que nos abrieran la puerta del Alcavor de l'Alqueria.
El Alcavor de l'Alqueria es una galería drenante que se construyó a principios del siglo XX, concretamente en el año 1.909, y hoy en día sigue en activo. Vamos a enumerar en forma de lista las características de esta surgencia, tiene bastantes aspectos relevantes y no quisiera obviar ninguno de ellos.
Es un qanat con dos lumbreras, inicialmente se conoció la surgencia a través del pozo madre y después se excavó la galería.
La galería artificial, desde la entrada hasta la segunda lumbrera, tiene unos 35 metros, las paredes están revestidas de ladrillos de barro y la cubierta alterna tramos de bóveda de cañón en ladrillo y otros excavados en materiales y reforzados con piedra y mortero en forma adintelada, las alturas varían del 1,90 metros a 1,60.
Todo el suelo de esta parte de la galería artificial está compuesto por losas extraíbles bajo las cuales está la acequia por la que circula el agua, muy bien pensado.
Desde la segunda lumbrera hacia el interior la galería está completamente inundada y se aprecia que su génesis es natural, es una fractura tectónica agrandada artificialmente, se ven las marcas de los barrenos. La longitud de la esta galería es de unos 20 metros con alturas de hasta 5 metros y una anchura que variará desde los 0,70 a los 1,50 metros. La altura del nivel del agua llega al 1,60 metros.
Hay algo que nos llamó mucho la atención y que nos plantea varias preguntas.
La galería inundada llega hasta un punto donde la fractura ha sido tabicada por el hombre, pero no completamente, de tal manera que no puedes seguir recorriendo la galería pero ves que esta continúa como mínimo 15 metros más, pudiendo incluso presentar más continuidad.
Es evidente que esta galería drenante se construyó a partir de una cavidad natural, una surgencia activa permanente, entonces;
¿Cuanto más recorrido tiene esta cavidad detrás del tabique?
¿Por qué o para qué se construyó ese tabique?
El señor que nos abrió la puerta del alcavor es el presidente de la sociedad de regantes a la que pertenece esta infraestructura, este señor facilmente tendría más de 80 años y nos dijo que él nunca en su vida había entrado en la parte inundada del alcavor, le hicimos algunas preguntas a las que no supo responder con precisión. Ni siquiera los propietarios de estas galerías saben mucho acerca de ellas, así que, de momento, creo que nos vamos a quedar con la duda.
Material
Canon
550D + Canon EF-S 10-18mm + 4x Neewer NW 562 (radio frecuencia)
Transporte: 2x MTDE MiniKit + PeliCase Storm + 2x Bidón estanco Curtec 6L.
Como hemos dicho anteriormente esta galería de captación tiene dos partes, la seca y la inundada.
La galería seca no ha presentado ningún problema ni de progresión ni de tomar las fotos, si le vas pilando el truco en este tipo de pasillos estrechos no suele ser necesario el uso de más de dos flashes para conseguir fotos realmente descriptivas y atractivas, eso sí, las distancias de los flashes y la cámara al modelo así como el uso de luz de rebote es lo que marca la diferencia.
La galería inundada iba a ser más exigente, la progresión en todo momento con el agua al cuello. Las fotos las hicimos con dos flashes, ambos flotando sobre bloques de porexpán, íbamos avanzando por la galería, el modelo en primer lugar empujando su flash que iba a hacer siempre de contraluz y el fotógrafo en segundo lugar sujetando siempre la cámara con una mano y con la otra empujando el flash que, en este caso, iba siempre con la antorcha sumergida en el agua, igual que en la galería seca, las distancias marcaban la diferencia.
Este sistema funciona muy bien y el único aspecto que veo que hay que mejorar, y ya nos ha ocurrido en todas las cavidades donde hemos tenido que llevar los flashes flotando, es que el bloque de corcho no se queda flotando en un lugar fijo, rápidamente se mueve con la corriente de agua, apunta donde no quieres que apunte y se desplaza hacia donde no quieres que se desplace.
Este es el aspecto a mejorar.
Canon EOS 550D f/7.1 ISO 100
Canon EF-S 10-18mm 10mm 1/60s