Noches de Espeleo: Font de la Cava

Onil -Alicante-

Llovía, y llovía bastante. Aunque el coche se deja a escasos metros de la boca y de la gran balsa de riego a la salida de esta fuente, llovía y me pudo la pereza, lo suficiente para no sacar la cámara y hacerle una foto a la balsa y a la boca de la cavidad, es una pena porque es grande y bonita, y porque da una idea clara de la cantidad de hectáreas que se riegan con estas aguas.

Y esto es lo extraño. Es una fuente importante, crucial, imprescindible para el desarrollo agrícola de esta zona y sigue activa, incluso seguro que en el pasado se destinó también al consumo humano y a otros propósitos, tiene un bonito lavadero integrado en la bóveda que da acceso a la galería de captación. Es raro porque este manantial no aparece referenciado en ningún lugar, es totalmente desconocido, solo te puedes enterar de su existencia por el boca a boca.

Nosotros lo conocemos gracias a quien se está convirtiendo en un gran colaborador y que ya hemos mencionado en alguna otra entrada, Alberto Antón.

De hecho, cuando Alberto nos habló de este lugar y nos sugirió su visita comenzamos, como hacemos siempre, a investigar y a buscar más información pero no encontramos NADA.

Acerca del mundo subterráneo hay mucha leyenda, y fiarse de estas leyendas a la hora de planear una salida puede llevarte, y nos ha ocurrido en ocasiones, a comerte un buen chasco; lo que se habla que son 500 metros en realidad son 50, donde se dice que hay recorrido acuático en realidad es un charco, o se comenta que hay una cascada y luego no hay nada. Y es que bajo tierra se pierde mucho la noción de todo, del tiempo, de la distancia, de la dimensión... y luego en el recuerdo todo se magnifica y se exagera.

En este caso, la fuente de la información que le llegó a Alberto era oral, de gente local pero de fuera del ámbito de la espeleo, y hablaba de una galería maravillosa, larga y de buenas dimensiones, lo que los lugareños siempre dicen acerca de las cavidades de sus pueblos. Tenía todas las papeletas de ser leyenda de bar.

Pero había diversos datos que podían dar credibilidad a esta leyenda y decidimos arriesgar la excursión.

Por una parte estamos muy contentos de que en este caso la leyenda tenía gran parte de verdad, la cavidad se acerca mucho a cómo nos la habían descrito, no era ninguna leyenda y nos parece increíble que aún sigan habiendo lugares tan fantásticos como este por explorar y descubrir. Y, por otro lado, nos sorprende muchísimo cómo un patrimonio de estas características pueda estar tan ignorado y ser tan desconocido.

No tenemos datos técnicos ni referencias históricas sobre la construcción de la Font de la Cava, no podemos saber si es una mina o un qanat, no sabemos si inicialmente había una fuente y se excavó la mina para ganar caudal o si se perforó un pozo para localizar el agua subterránea. Tampoco sabemos cuando se construyó.

No la medimos pero la galería de la Font de la Cava debe tener alrededor de 300 metros de recorrido y 6 lumbreras de ventilación, la altura de la sección varía del 1,60 metros hasta los 3 metros en algunos puntos, el ancho va de 0,70 metros hasta los 2,50. Está prácticamente en su totalidad excavada en materiales, en concreto conglomerados, únicamente en el final y cerca de la cabecera de captación se observan trabajos de revestimiento en mampostería y piedra en seco. Al final de la galería, en la zona de captación, la galería se bifurca en dos ramales, de unos 5 metros cada uno, ambos alcanzan puntos de aporte. Toda la galería está recorrida por una acequia lateral revocada en cal hidráulica, en algunos puntos la acequia rebosa e inunda toda la galería.

Material

Canon 550D + Canon EF-S 10-18mm + 4x Neewer NW 562 (radio frecuencia)

Transporte: 2x MTDE MiniKit + PeliCase Storm + 2x Bidón estanco Curtec 6L.

Lo cierto es que esta sección se está convirtiendo en un hombro donde llorar mis frustaciones de fotógrafo, y es que cada cavidad que visitamos es diferente y en muchas ocasiones solo tenemos la oportunidad de visitarla una vez, no hay ocasión de cometer los errores, madurarlos en casa, plantear soluciones y volver para aplicarlas.

Al final no nos falta mejor material ni mejor equipamiento, nos falta tiempo e intentos. Aprovecho esta reflexión para confesar que en este tipo de fotos que hacemos la frescura se pierde rápido, después de dos horas dentro de una cavidad la curva de agotamiento mental, físico y creativo crece exponencialmente y es muy fácil que transcurrido este tiempo estés delante de un encuadre buenísimo y decidas ignorarlo porque lo que quieres es largarte de allí ya. Y creo que esto hay que mejorarlo.