Mines del Furgo

Lucena de Cid; Castellón

 
 
Días de solsticio.
 
No me ha resultado nada fácil encontrar información acerca del pasado de esta mina, más allá de algunos datos meramente anecdóticos.
 
Lucena de Cid tiene en su término municipal varias explotaciones mineras, alguna de considerable envergadura como la Cova de l'Ocre, todas ellas abandonadas en la actualidad y todas ellas beneficiando la extracción de hierro y algo de plomo.
 
A continuación pegamos un fragmento del libro Monográfica de Llucena, que nos parece muy interesante, y en el que, en pocas líneas y de una forma muy eficaz, se describe el marco geológico, histórico y cultural de las minas del término.


Este libro ha sido el único lugar en el que hemos podido encontrar alguna referencia a la historia de les Mines del Furgo. Que no es mucha ni fácil de encontrar.
 
Para tener una referencia detallada acerca de la espeleometría y descripción del complejo subterráneo de esta cavidad recomendamos la visita a la ficha del catálogo del SICE y al artículo del blog cavitats-subterrànies.
 
Como anécdota contaremos que los propietarios de la mina pagaban a los trabajadores con monedas de 10 quinzets de plata y que esta plata la conseguían de la misma mina. Aunque la mina no era de plata sino de hierro, la galena siempre tiene un pequeño porcentaje de plata en su red cristalina.

En relación a nuestra visita a la cavidad tenemos que decir que nos ha parecido un lugar bastante interesante. Una cavidad con buenos volúmenes que combina zonas de génesis natural con galerías excavadas artificialmente y en el que observamos curiosas técnicas con las que la mano del hombre ha moldeado este espacio subterráneo para adaptarlo a sus actividades.

 

 

 
Esta primera foto corresponde a la que en la topografía sería la Boca 1.
El complejo minero tiene 9 bocas pero únicamente 4 de ellas dan acceso a la cavidad principal, el resto son explotaciones independientes que no conectan con la mina de mayor volumen.
La foto la hemos hecho con los parámetros clásicos y dos flashes de contraluz en el interior de la galería.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 200
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Una vez accedemos por la Boca 1 nos encontraremos unas escaleras que nos dan paso al nivel superior o al nivel inferior desde la galería de acceso.
La foto la está tomada desde el nivel inferior escaleras arriba.
Cuatro flashes.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 200
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



La estancia que más impresiona es la sala principal del nivel inferior.
Con 25 metros de largo por 13 de ancho es la más grande del sistema.
La sala, que inicialmente debió ser en fuerte pendiente descendente, ha sido abancalada con muros de piedra en tres niveles para hacerla más transitable.
Es muy curiosa la transformación de este paisaje subterráneo en un entorno en el que a todas luces debió ser de origen natural.
Las fotos que hicimos en esta sala tenían la intención de reflejar el volumen y dar una idea descriptiva de la cavidad. Nos costó bastante hacerlas por las dicultades que supone iluminar de manera completa y más o menos homogénea todo este volumen.
Esta primera foto de la sala está tomada desde abajo del todo y se aprecia bastante bien el sistema de abancalamiento. 
No hace falta decir que pusimos toda la artillería, 6 flashes distribuidos como mejor pudimos para iluminar al máximo la cavidad.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Seguimos en la sala principal. Esta segunda foto de la sala principal está tomada desde el piso intermedio del abancalamiento. La sala es tan grande que queríamos mostrarla desde una segunda perspectiva.
En este encuandre se aprecia otro detalle curioso que se repite mucho en esta mina, muchas partes del techo están apuntaladas con troncos de carrasca en lo que parece un intento, no sé hasta que punto eficaz, de evitar derrumbes.
Esta foto también está tomada con 6 flashes.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Esta siguiente fotografía corresponde al nivel superior.
Este nivel superior también está caracterizado por construcción de escolleras a modo de abancalamiento pero sobre un terreno mucho menos transitable y de volúmenes mucho más reducidos.
Con esta foto queríamos dar protagonismo a los siempre característicos colores predominantes en los minerales de estas explotaciones.
La foto está tirada con 4 flashes.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 200
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Esta última foto también corresponde a una de las galerías del nivel superior.
Se aprecia en el encuadre la escollera a modo de abancalamiento y las entibaciones con troncos de carrasca.
Quisimos dar protagonismo con un primer plano a una pieza antigua de cerámica, que debe ser de un cántaro o una tinaja, en este tipo de minas abandonadas siempre encontramos algún resto de otros tiempos.
Al enfocar esta pieza en primer plano hemos perdido el enfoque en el resto del encuadre, mal.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 200
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s


Coves del Carbo

Villahermosa del Río; Castellón

 
 
Una aproximación a tener en cuenta.
 
Les Coves del Carbo, que no sé por qué se llaman coves si es solo una, es una de esas cavidades que han ido apareciendo, sin ser nunca protagonistas, en nuestro anecdotario de historias de montaña a lo largo de los años.

Recuerdo un día de Reyes del año 2008 que fuimos a buscarlas, lo cierto es que ignorábamos su localización exacta y planeamos, o quizá ni siquiera lo planeamos y simplemente surgió así, una ruta que partía de Sant Joan de Penyagolosa, subía por el Barranco de la Pegunta, llegaba al Planás, de ahí al Mas de la Cambreta y luego bajaba por la pista del Mas de Penyagolosa y Marcen hasta Maluendas, después subir por el GR-7 hasta Sant Joan otra vez. Yo creo que sabíamos que la cueva estaba más o menos a la altura del Mas de Maluendas pero también creo que pensábamos que nos íbamos a encontrar la cavidad a pie de pista o algo así, ignorantes.
Recuerdo que la ruta se nos hizo larga, muy larga, y llegamos al coche ya casi de noche y exhaustos. 
Recuerdo también que era un día muy frío y gran parte del camino lo hicimos caminando sobre una reciente nevada.
Esa fue la única vez en la que realmente hicimos una salida con el objetivo de encontrar esta cueva.

Pocos años más tarde, no recuerdo bien si sería en la primavera o en el otoño de 2010, fuimos a pasar un fin de semana al Penyagolosa cuando el ermitorio todavía estaba abierto y nos encontramos allí con un equipo de Al Filo de lo Imposible, recuerdo que estaba Carmen Portilla, y hablamos con uno de los miembros que nos dijo que estaban allí porque iban a bucear en una cueva próxima con objetivo de exploración, recuerdo que le pregunté qué cueva era y me contestó que no me lo podía decir.
A ver, señor misterio, son habas contadas...
En este momento se puede consultar en el catálogo del SICE la topografía de la cavidad actualizada tras aquellas exploraciones de espeleobuceo.

Hace algunas semanas me acordé de esta cueva y pensé que ahora que tenemos más medios y más bagage podríamos echarle un tiento, teniendo en cuenta además, que es una cavidad de la que no abundan las fotografías sería una buena ocasión para documentarla mejor.

Estuve mirando la localización y las rutas de acceso en el mapa y hay que advertir que es una cueva de larga y difícil aproximación. Me puse en contacto con gente del Espeleo Club Castellón para preguntar cual era el acceso más óptimo y cómodo, me recomendaron la alternativa que ellos utilizaron para las aproximaciones y porteos de material de buceo durante las exploraciones subacuáticas.

Hablé con mi colega Checho, excelente escalador, persona en forma y compañero de montaña y de otras cosas de toda la vida, con el que además había compartido las anécdotas referentes a les Coves del Carbo que he mencionado anteriormente. 
Y fuimos.

Ojito la aproximación de los cojones!
Yo no dejaba de pensar en el infierno que tuvo que ser portear las botellas de buceo por aquella pedrera insufrible, una pedrera donde se ven las marcas de los derrapes de las cabras montesas por la pendiente que tiene.
En definitiva, hora y media larga de aproximación y otro tanto de retorno más todo el desnivel que hay que comerse.
Otra vez que llegamos al coche hechos polvo y cayendo la tarde.


Les Coves del Carbo es una cavidad abierta a favor de un plano de estratificación bastante inclinado y que en su extremo inferior alcanza el nivel freático del lecho del río Carbo, las exploraciones de espeleobuceo revelan que la fractura continúa hacia abajo manteniendo el mismo carácter en su zona inundada.

Se nota que hoy en día el nivel freático ha descendido pero que en algún momento del pasado la cueva sacaba agua al exterior y que fue la surgencia del río. Se nota en la morfología de las galerías.

La cueva no es muy cómoda de explorar, es de techo bajo, en casi ningún momento te puedes poner de pie y tiene bastante arcilla por todas partes, especialmente en la zona próxima al sifón.
Este es uno de los principales motivos por el que hicimos tan pocas fotos.

Hay una historia curiosa que les ocurrió a los primeros exploradores de esta cueva allá por los años 60, y es que en su primera incursión descubrieron el esqueleto de un hombre, el esqueleto no estaba en disposición original sino que los huesos habían sido esparcidos probablemente por alguna crecida de agua en el interior de la cueva, y además faltaba el cráneo.
En este artículo del diario Mediterráneo de 1968 uno de los protagonistas del hallazgo levanta una teoría respecto a lo que le pudo ocurrir a aquel hombre, además da detalles de la ubicación del cadáver dentro de la cueva.
Nosotros vimos gran cantidad de huesos en el punto de la cueva donde este primer explorador describe, pero no nos parecieron humanos, también cabe apuntar que es un lugar muy improbable para que un animal extraviado y en la oscuridad pudiera llegar.
 
 
 


La boca de la cueva. Con esta primera foto queríamos mostrar el entorno en el que se ubica la entrada de la cavidad, aunque es un lugar de gran belleza y salpicado de pozas profundas y cristalinas es importante tener en cuenta que estas pozas suponen un obstáculo para alcanzar la cavidad sin mojarnos.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 200
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/60s



Esta segunda foto está tomada en uno de los dos sifones en los que la cavidad alcanza el nivel freático, se aprecia perfectamente el hilo guía de espeleobuceo.
La foto está hecha desde dentro del sifón hacia la parte aérea de la cavidad.
Hay dos flashes de contraluz detrás de Checho, uno en un tupper iluminando bajo el agua y otro a la izquierda del encuadre iluminando transversalmente.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s
 
 
 
Esta última foto está tomada en el punto más elevado de la cueva.
Se aprecia la inclinación de la cavidad que es una constante en el plano de estratificación. En estos lugares más elevados se encuentran algunas formaciones y procesos reconstructivos pero aún así la naturaleza de la galería es propia de la antigua circulación de aguas.
La foto está tomada con dos flashes de contraluz detrás del modelo y otros dos iluminando la parte frontal en modo rebote.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s