La sobre-saturación de humedad

Condiciones especiales


Ya hemos comentado en alguna ocasión cómo en alguno de nuestros viajes al norte de España habíamos experimentado las condiciones de sobre-saturación de humedad dentro de las cuevas.

La verdad es que es una experiencia no del todo agradable porque la niebla refleja la luz del frontal y la visibilidad es bastante mala.

Sin embargo, en las fotos hace un efecto muy atractivo. No sé si decir especialmente o únicamente en las fotos en que iluminamos con contraluz porque en estas condiciones si utilizáramos una luz frontal saldría un desastre.

La primera vez que experimentamos las bondades de este efecto fue en la siguiente foto. Fue en agosto de 2022 en la Cueva de los Tocinos, en Ampuero, Cantabria. Había aquel día una niebla brutal dentro de aquella cueva, nuestra intención era retratar la magnitud de aquella galería con un único contraluz, y nuestra sorpresa al ver la foto en el display fue aquel efecto fantasmagórico que había creado la humedad.




El verano siguiente volvimos al norte, esta vez al límite entre Cantabria y la provincia de Burgos. La primera cueva que visitamos en aquel viaje fue la Cueva del Agua, en Quincoces de Yuso, Burgos. Yo me sentía muy atraído por aquellos magníficos tubos de presión comidos a golpes de gubia que tan característicos eran en aquella cueva.

Lo cierto es que no pudimos llegar a verlos porque, no sé, o yo no me lo había mirado demasiado bien, o lo había obviado, o no le había prestado la suficiente atención pero en esa cueva, para llegar a los famosos tubos de presión, hay que cruzar un lago y no habíamos llevado material.

Sin embargo, aquella cueva presentaba en las galerías iniciales una morfología muy similar a la que yo andaba buscando en sus tramos más internos. Y, sobre todo, aquel día de verano al frescor de la cavidad se había formado una niebla bastante densa en esos primeros metros próximos a la entrada. Conociendo ya lo que pasa cuando disparas un potente contraluz en aquellas circunstancias nos pusimos a la tarea y sacamos la siguiente foto.



Cova Tallada

Denia; Alicante


Un día entre semana.

La masificación que sufre esta cavidad es exagerada.
Se ha convertido en uno de los spots del postureo por excelencia.

Por eso decidimos ir un día de noviembre, entre semana y madrugar.
Aún así, cuando salíamos de la cueva serían las 11:30, ya había varios grupos entrando.

La cueva es muy bonita, tanto la parte natural inicial como la excavación artificial que supone el fenómeno subterráneo.

Es de alguna manera una lástima que se haya popularizado tanto pero así son las tendencias. Siempre nos quedará el convencimiento de que si vamos cuando nadie iría podremos disfrutar de la cueva para nosotros solos.




Esta siguiente foto muestra la única parte de la cavidad que es de origen natural.
Y, sin embargo, se aprecia perfectamente las marcas de la talla picadas para extraer la tosca incluso en el suelo.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 800
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Conforme abandonamos esa primera sala inicial vamos notando como la cueva es una cavidad totalmente excavada por la mano del hombre.
Recuerdo a Pasqual diciendo "Aquí picaron de calent".

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 800
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Queríamos hacer una foto de estas pilas que construyeron en la cavidad, hay hasta cuatro, están situadas bajo puntos de goteo y les permitía almacenar algo de agua dulce.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 200
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Con esta siguiente foto queríamos hacer destacar la técnica con la que se tallaba la roca y se extraían los bloques.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 200
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



La cavidad no es muy grande, 270 metros en planta, pero en algunos puntos presenta grandes volúmenes.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 800
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s


Mina del Mas del Riu

Castell de Cabres; Castellón


Un filón de lignito.

Este primer sábado de noviembre nos animamos a echar un viaje para visitar esta mina, que llevaba mucho tiempo apuntada en un papel.
Cerca no está.

Uno de los alicientes es que es muy extraña la existencia de explotaciones de carbón mineral en la Comunidad Valenciana. Y esta es una de ellas.

La Mina del Mas del Riu está en el corazón de esas montañas de Els Ports donde parece que ya no pase nadie.
Cuando preparamos la salida estuvimos estudiando el acceso por las pistas para que la aproximación fuera lo más liviana posible pero no contábamos con que las pistas forestales en aquella zona están cerradas con puertas si los terrenos pertenecen a alguna masía.

Una vez allí y vista la situación decidimos que patearíamos los kilómetros que habíamos pensado recorrer con el coche. Ya no es solo la aproximación por pista y sus desniveles, es que luego hay que bajar al lecho del rio Escalona por un terreno no definido y caminar por él hasta localizar la mina.

Fue una paliza de día, eso sí, pero en un entorno magnífico vestido en sus galas de otoño.



La mina se presenta como una galería rectilínea y horizontal en la que recorremos más de un centenar de metros hasta que nos encontramos un derrumbe donde se observa que la galería atraviesa un potente filón de lignito, nosotros no progresamos más allá de este derrumbe.
Como a mitad de recorrido comienza a aparecer el agua, que encharca la galería con su solera totalmente tapizada de gours.
Esta siguiente foto la hicimos justo antes del derrumbe donde los colores de estas chorreras contrastan con los grises de la galería en ese punto.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 200
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Con la siguiente foto queríamos mostrar esta solera llena de gours de la que hablábamos anteriormente. En este punto aún no habíamos llegado a las zonas encharcadas.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 200
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Al inicio de la galería, pocos metros después de la bocamina, nos encontramos con estas interesantes estalagmitas que parecen fruto de un goteo de tiempos pasados, en un momento en que esta parte de la galería debió también estar inundada.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 100
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s
 


En la Sierra de Espadán

Alcudia de Veo; Castellón


El puente de Octubre.

Esta cavidad es, sin duda, un lugar magnífico para probar a hacer fotos en las que el agua sea protagonista. Por los colores, la nitidez y y el lecho rocoso casi en total ausencia de barro.

Además, es una cavidad que conocemos de memoria. 
Y después de probar el agua de la Cueva del Tobazo, esta nos pareció hasta calentita.

Hace ya algún tiempo leí un artículo de alguien que hacía muy buenas fotos de barranquismo, y contaba que para lograr buenas fotos de aquella actividad una de las cosas que había que hacer es disparar un número ingente de fotos en cada sesión. 
Porque hay tantos factores que pueden cagar una foto en un entorno así y son tan aleatorios los elementos que afectan a una composición que aumentar la probabilidad de éxito solo se podía conseguir incrementando el espacio muestral.

Y así es como nos vemos obligados a hacer este tipo de fotos también.
Cuando sacamos los flashes del tupper a la salida de la cueva...ardían.




88 fotos disparamos en aquella salida.
Fotos de acción, sin tener la posibilidad de preparar ningún encuadre porque las circunstancias no lo permiten.
La técnica de ir yo detrás de Ana con la cámara semisumergida y sin, ni siquiera, poder mirar por el visor. Y Ana empujando un tupper con cinco flashes en su interior y las antorchas apuntando hacia ella.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            19mm        1/160s



Uno de los motivos por los que no podemos preparar estas fotos es por evitar que el agua se enturbie, aunque esta cueva no levanta apenas sedimento conviene jugar siempre con ese factor sorpresa, disparar cuando el agua es virgen todavía.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            19mm        1/160s



En esta siguiente foto, que la hicimos en el recorrido de vuelta, en el punto en que nos acercábamos al sifón estacional, se puede observar cómo ya hay partículas en suspensión.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            19mm        1/160s



Una de las cosas que más difíciles me resultan en estas fotos es lograr un encuadre en el que no le corte al sujeto ninguna parte del cuerpo, y a la vez lograr una postura natural que no resulte grotesca en la composición.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            19mm        1/160s



En la zona de las grandes galerías de la Cueva del Toro hay que nadar, como se aprecia en esta foto. Cosa que me vino muy bien para lograr una composición correcta. Aunque es una foto de espaldas, el encuadre general me parece bastante original. 
En esta foto, que también es en el recorrido de vuelta, volvemos a observar como el agua ya se ha enturbiado, creando en esta imagen en particular un efecto que no me resulta discordante.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            19mm        1/160s



Creo que esta es la única foto en la que no sumergí la cúpula en el agua y la cuelgo porque me pareció muy chulo el efecto de los reflejos del contraluz bajo el agua. 

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            19mm        1/160s


Sumidero del Aguanal

Barrio de Bricia; Burgos


El páramo de Bricia.

Otra de esas cavidades que no habríamos visto de ninguna otra manera.
Al lado de nuestro alojamiento no podíamos perder la oportunidad de dedicarle una mañana a esta visita.

Habíamos visto fotos de esta cavidad que actúa como sumidero en alguna de sus épocas más activas, pero claro, a finales del mes de agosto de un verano como este la cueva no lucía ni la mitad de la belleza que habíamos visto en aquellas imágenes.

Sin embargo nos gustó, nos gustó un poco todo el conjunto de la actividad, el páramo Bricia, el regato que conduce hasta boca totalmente seco, tener que cruzar aquellas cercas de ganado y la cavidad, por supuesto, que aunque no llevara un curso activo sí que conserva los resquicios de los días más húmedos del invierno, el agua en los gours y todas las huellas del paso de corriente.

Dentro de lo incómodo que nos está resultando últimamente el tipo de fotos que estamos tratando de hacer, esta cavidad fue un verdadero alivio. Es cómoda de recorrer y de fotografiar, puedes probar los encuadres, cambiar luces y moverte con normalidad, fue un día liviano.



 

Quisimos hacer una foto de la gran boca de entrada. Tiene corralizas para el ganado, y poco a poco se va convirtiendo en una galería de buenas dimensiones y una sección muy característica. 

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/50s



La sección característica de la cavidad.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 800
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Esa sección hace un quiebro en un punto determinado y nos dirige a un paso estrecho, tras él se encuentra la parte más húmeda de la cavidad.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 800
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



En esta parte más húmeda se suceden los gours y las badinas todavía hoy con agua, es difícil no mojarte los pies.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Mostramos aquí otra foto de esta segunda parte de la cavidad, que culmina en un sifón.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Cueva del Tobazo

Villaescusa de Ebro; Cantabria


El agua azul.

Sin duda el propósito principal de este viaje era visitar esta cueva, que llevaba desde 2014 apuntada en una libreta; recuerdo que cuando la encontré haciendo búsquedas por primera vez y vi su localización pensé que era una lástima no solo que estuviera en un destino tan lejano para nosotros como es Cantabria, sino que dentro de Cantabria estaba en un valle poco frecuentado y distante de otros objetivos que pudieran ser atractivos para nosotros dentro de la comunidad.

Pero este año se han dado las circunstancias que han hecho que prioricemos esta visita a otras cosas, al final no está mal, porque de cualquier otra forma no conoceríamos estos destinos que en principio podrían no parecer tan atractivos.

Y alrededor del objetivo de ver esta cavidad hicimos girar el resto del viaje, había varias cavidades que también estaban en la lista de cosas por hacer y que era factible visitar desde el lugar donde habíamos elegido pasar las noches, así pudimos tachar algunos objetivos que de otra manera habrían requerido viajes específicos.

El motivo por el cual elegimos esta cavidad como centro de las actividades es el agua, en las fotos que habíamos ido viendo nos impresionaba el color, la claridad y la cantidad de agua que inundaba esta cueva, ya habría sido una buena y suficiente razón para visitarla en cualquier circunstancia pero con la idea en la mente de hacer fotos en el agua esta cueva se nos antojaba un destino perfecto.

Y así fue, es ideal para probar las fotos que estamos ensayando últimamente, el agua es nítida y tiene un color espectacular. Solo hay un problema...está helada.
Y no puedes pasar mucho tiempo nadando en esos lagos.

Habría que decir que la Cueva del Tobazo es una cavidad con mucho desarrollo y que nosotros no vimos entera, ni mucho menos, nos centramos en los lagos iniciales donde se daban las condiciones para hacer aquello para lo habíamos venido.

Por todo lo demás es un lugar magnífico, tiene una aproximación bonita y solitaria que va ascendiendo por una de las laderas que el río Ebro ha excavado en el valle, y las vistas son geniales.

Ojalá la vida nos vuelva a traer aquí más adelante.




La serie de fotos que mostramos a continuación es lo que pudimos hacer en aquellos lagos.

No es fácil hacer estas fotos, no puedes prepararlas, y, desde luego, ni tú ni tu modelo vais a estar en una posición cómoda, es ir disparando y disparando todo lo que se pueda.

Es interesante observar en la siguiente foto como Ana va progresando por la galería ayudándose de las paredes con el único objetivo de tratar de mantener la mayor parte de su cuerpo fuera del agua, por el frío.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            19mm        1/160s


Esta siguiente foto sí la pudimos preparar, relativamente. Pudimos dejar la iluminación fija y pudimos elegir el encuadre. Aunque yo foto la disparé nadando...

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            19mm        1/160s


Esta foto, diría yo, es la que mejor salió, la que reúne más rasgos para ser una buena foto de split shot, como comentábamos anteriormente, es una foto casual, no está preparada. Tiene nitidez, tiene acción, es natural y le falta encuadre...

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            19mm        1/160s


Cuando se acaban los lagos comienza una serie de galerías secas, nos aventuramos algunos metros por ellas e hicimos la siguiente foto.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            19mm        1/160s


Durante el recorrido de los lagos hay un paso de techo bajo que pensamos que se sifonará cuando la cueva entre en crecidas. Esta siguiente foto también la pudimos preparar, dejando fija la iluminación. Está fue la última que hicimos y, aunque se tenga mucho cuidado, el cristal acaba mojándose y creando imperfecciones en la imagen. 

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            19mm        1/160s


 

Surgencia del Churrón

Ocejo-Vega de Pas; Cantabria


Los Valles Pasiegos.

La Cueva del Churrón es una cavidad que siempre nos había llamado la atención.
Aunque en los planes iniciales de aquel viaje a Cantabria no la habíamos incluido.

Es curioso como van cambiando los planes a lo largo de un viaje, quizá eso sea lo más bonito; sales de tu casa y lo tienes todo matemáticamente planificado pero el devenir de los acontecimientos te van dirigiendo hacia otro rumbo.

La Cueva del Churrón fue la última que hicimos en aquel viaje al sur de Cantabria, y creo que fue eso lo que nos hizo decidirnos por esta cavidad para el último día, el sur de Cantabria. 
El sur de Cantabria límite con Burgos y Palencia no deja de ser verde y gozar de bonitos paisajes pero no llega al frescor y la humedad de los valles del norte y tras casi una semana por aquí echábamos en falta ese entorno para rematar el recuerdo de aquel viaje.

Y así decidimos subir hasta la Vega de Pas, un municipio enclavado en los valles pasiegos que tenía todo aquello que nos faltaba por ver.




La aproximación hasta la cueva es muy chula, hay que cruzar un par de cercas de ganado y enseguida llegas hasta la cascada, son unos 500 metros que se hacen muy cortos por la vereda del río Pas.

La cueva del Churrón tiene una morfología espectacular en la sección de sus galerías además de un interesantísimo curso activo que ha ido excavando en la roca un lecho fluvial realmente guapo.

Para fotografiar es jodida, la morfología característica hace muy complicado el ejercicio de iluminar los encuadres correctamente. Nosotros no entramos demasiados metros porque se hace pesado el porteo de material por ese tipo de galerías. Aún así nos gustó mucho la cueva y el valle.

Fue un magnífico punto y final a aquel viaje a Cantabria.

 

Esta primera foto la hicimos en la sala de entrada, donde hay una gran badina que recibe el agua del curso subterráneo, después de esto el agua sale al exterior por su resurgencia y se precipita en la cascada del Churrón.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Con esta siguiente foto queríamos mostrar el carácter de ese lecho fluvial del que hablábamos anteriormente, marmitas, pequeñas cascadas y todo tipo de formas erosivas.
No estoy seguro de que se aprecie correctamente pero iluminar ese encuadre fue realmente complicado, porque, además, se encuentra en un nivel inferior a la galería de progresión.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Lo más llamativo de esta cueva es la erosión de sus galerías de arenisca, sin embargo nosotros nos centramos más en tratar de retratar ese curso activo y las formas del recorrido del agua.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 200
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s