Mina del Mas de l'Home

Culla; Castellón

 
 
Los colores del hierro.
 
La Mina del Mas de l'Home o Cova de la Mina es una cavidad muy poco popular, desconocida y raramente frecuentada dentro del círculo de la espeleo.

Se trata de una cueva natural en la que se excavaron algunas galerías y se hicieron algunas catas con el fin de extraer mineral para la obtención de hierro.

Imaginamos que los 70 metros que le otorga su topografía consiguen que muchos desestimen una visita, pero nosotros decidimos arriesgar una excursión a ciegas y debo valorar que acertamos en la decisión.
 
Bien es cierto que no es una cavidad de gran recorrido pero sí tiene buenos y curiosos volúmenes, la cavidad está desarrollada sobre un filón de mineral que le aporta unos colores muy llamativos y muy poco habituales.
 
El acceso a la cavidad no es nada evidente y no hay ninguna senda que aproxime hasta ella, su difícil localización fue una ventaja para que fuera utilizada como refugio durante la Guerra Civil. Hoy en día notamos que es un lugar muy poco visitado por la cantidad de vegetación hostil que se ha adueñado de su entorno y que complica el acceso al interior.

Los excrementos en las zonas más próximas a la entrada nos indican que la cavidad sirve de cobijo a las cabras. También observamos varios murciélagos en hibernación, alrededor de una decena.
 
En definitiva; La Mina del Mas de l'Home es un buen ejemplo para demostrar que una cavidad no tiene que tener muchos metros topografiados para resultar verdaderamente interesante. 


 

La cavidad tiene varias bocas que convergen en una única estancia separada por algún paso de techo bajo. La entrada que mostramos en esta primera foto fue la única por la que nosotros pudimos acceder tras hacer un destrepe por la visera superior, cualquier otro acceso nos resultó imposible por la cantidad de vegetación.
Nevaba aunque no se aprecia en la imagen.
 
    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 200
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/100s
 


A parte de las estancias iniciales la cavidad en si tiene dos partes bien diferenciadas.
En esta foto mostramos la primera de esas dos partes, es una sala de considerable volumen y techos altos que sigue al porche de entrada.
La foto la hicimos con 6 flashes; 4 de contraluz y 2 rellenando la vista frontal.
Al fondo de la imagen se aprecia el acceso a la segunda parte de la cavidad.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 800
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



En la siguiente imagen ya nos encontramos en la segunda parte de la cueva.
Esta segunda zona es mucho más húmeda, hay puntos de goteo y la temperatura aumenta considerablemente. Cabe destacar que la visita la hicimos en un día frío, la temperatura exterior rondaría los 4º, imaginamos que en verano la temperatura de esta sala será mucho más fresca en contraste con el exterior.
En esta cavidad llaman mucho la atención los colores de techo y paredes, eso es lo que quisimos reflejar en esta imagen.
La foto la hicimos usando 5 flashes tratando de iluminar la mayor parte del encuadre dándole protagonismo y veracidad al color.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



En esta parte de la cavidad, y como hemos mencionado anteriormente, encontramos puntos de goteo y depósitos de agua.
Con esta foto queríamos mostrar alguno de estos pequeños charcos así como la naturaleza de los procesos reconstructivos y sus colores influenciados por el filón de mineral.

    Canon EOS 6D MarkII           f/9,0        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Con esta última foto, todavía en la sala final, queríamos destacar de manera especial los colores y formas de los techos de esta particular cavidad.
Existen pequeños procesos reconstructivos cenitales en forma de estalactitas y macarrones que, al pretender dar valor al conjunto, no se aprecian en la imagen.
La foto está tomada con 4 flashes; 2 de contraluz que recortan a la modelo y oscurecen el fondo y otros dos laterales, uno a cada lado, que iluminan el encuadre.

    Canon EOS 6D MarkII           f/14        ISO 200
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s
 
 

Cova del Mollet

Sant Joan de Moró; Castellón

 
 
Un domingo en un atareado otoño.
 
Lo cierto es que de un tiempo a esta parte la vida laboral nos ha llenado de proyectos y responsabilidades a ambos, de semanas largas de duro trabajo y de fines de semana cortos y apurados. Para compatibilizar este ajetreo con las salidas a la montaña vamos eligiendo actividades que no nos supongan grandes desplazamientos ni un excesivo desgaste pero que a su vez sean satisfactorias.
 
Revisando el catálogo del SICE descubrimos esta cavidad de Sant Joan de Moró que encajaba muy bien con nuestros propósitos y a la vez iba a ser interesante. Podíamos pasar un buen rato, despejarnos e ir probando con las fotos.
 
La Cova del Mollet es una cavidad que, hace no mucho tiempo, miembros del Espeleo Club Castellón consiguieron conectar con otras dos cuevas de los alrededores dando lugar a un sistema donde se conjugan diferentes génesis de diferentes épocas.
Nos hemos quedado con la espinita de haber visto otras zonas de la cavidad y poder haber retratado las huellas geológicas que dejaron estas otras etapas de formación.
 
Cabe destacar la existencia de una colonia de murcielagos de considerable importancia al fondo de la galería, este hecho nos ha sorprendido por no haber leído nada al respecto mientras recopilábamos información para la visita.

Hemos accedido por la entrada grande y fácil y he de confesar que la fractura nos ha impresionado por dimensiones.


A la cueva se accede a través de un sendero local debidamente señalizado y acondicionado. La boca de la cavidad es de grandes dimensiones y da paso a una galería en forma de fractura con fuerte desnivel descendente.
Para esta foto hemos utilizado 4 flashes colocados en piña a modo de contraluz, es la configuración de la que ya hemos hablado en alguna otra entrada y que nos está dando muy buenos resultados.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 800
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/60s
 
 

En esta segunda foto queríamos mostrar el carácter general de la galería, que se apreciara la altura, la anchura y el tamaño en uno de los puntos de mayor amplitud, nos damos cuenta de que estamos a pocos metros de la entrada por el verdín de las paredes.
Se puede observar también como la fuerte pendiente se ha tratado de suavizar con la construcción de bancales a lo largo del recorrido, una prueba indiscutible de que la cavidad estuvo habitada en el pasado.
Para esta foto hemos utilizado de nuevo la configuración de 4 flashes en piña para contraluz más otros dos flashes iluminando frontalmente.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 800
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s
 
 

En esta tercera foto Ana se encuentra en el mismo lugar que en la segunda y he sido yo quien se ha movido tomando la foto desde abajo.
Esta foto tiene un objetivo meramente descriptivo.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 800
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s
 
 
 
Esta última foto es del final de la galería descendente, donde encontramos un gran bloque que parece dividirla en dos. Detrás del bloque vamos a encontrar unos destrepes entre bloques y el final de la cavidad a los pocos metros.
La foto la hemos hecho con dos flashes a contraluz detrás de Ana, otro a contraluz en la galería de la izquierda y dos más frontales con efecto rebote.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 800
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s

Forat de l'Aigua

Castillo de Villamalefa; Castellón

 
 
El Forat de l'Aigua es una cueva lejana y desconocida.

Si decidimos emprender esta salida fue porque esta cavidad es una surgencia fósil y las surgencias fósiles pueden presentar morfologías muy sorprendentes.
También puede ser que la cavidad esté olvidada porque no ofrece un gran interés deportivo, y esto, sumado a un largo y complicado acceso y a un relativamente corto recorrido, la descarta del circuito habitual de cuevas de moda. 
Pero podría haber sido que nos hubieramos llevado una sorpresa.
 
Todas las cuevas son interesantes y todas las cuevas merecen estudio y atención pero hay que reconocer que unas más que otras y esta cavidad del Castillo de Villamalefa no va a ser de las que más pasiones levante.
 
La excursión tiene su punto, el acceso se hace recorriendo 13 kilómetros por pistas bastante poco transitadas que en ocasiones no están en un estado óptimo de conservación y con unas impresionantes vistas a la pared sur del Penyagolosa.


 
 
La boca de la cueva está bastante escondida, no se ve a simple vista, tal como se indica en la página del SICE una buena referencia para localizarla es un frondoso arce que si vas en otoño va a destacar mucho entre el resto de vegetación. 
Yo quisiera haber tenido una visión más panorámica para hacer esta foto pero los enebros se comen la entrada de la cueva. Esta foto está bastante tocada con el pincel de ajuste para bajar las altas luces y para subir las sombras.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 200
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s
 
 

La cueva presenta una primera sala donde hay un pozo y continúa a través de una fractura desfondada a la que le sigue un paso estrecho. Con esta foto queríamos mostrar el carácter de esta fractura en la que hay que progresar en oposición. La foto está tomada con dos flashes, uno de rebote y otro de contraluz.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 800
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s
 
 

Tras la fractura llegamos a una sala más amplia donde en el suelo hay gours. La sala es de techos altos y está cubierta de procesos reconstructivos. Tras esta sala la cavidad continúa pero nosotros no la recorrimos.
La cueva presenta claros signos de haber estado sumergida durante mucho tiempo por las formaciones coraloides que la revisten casi por completo.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 200
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s