Cueva del Caserío del Seso

Boltaña; Huesca


Un viaje pendiente.

La Cueva del Seso es una clásica fácil del Pirineo Aragonés, está en la carta de muchas empresas de multiaventura, hay gran cantidad de reseñas, artículos, fotos y vídeos de esta cavidad en la web, desde los más domingueros hasta de aquellos que gozan del rigor científico.

De hecho, es tan asequible y es tan visitada que se ha tenido que regular su acceso durante gran parte del año por cría de murciélagos.

Por este motivo poco vamos a explicar nosotros que no se sepa ya de esta cueva.

Nosotros hacía ya tiempo que queríamos venir a verla, porque nos parecía que podrían salir algunas buenas fotos con esos pedazo de gours que llenan toda la cavidad, mi esperanza era que los gours tuvieran agua tras las lluvias del otoño, pero lamentablemente no fue así.

Si tengo que ser totalmente sincero diría que me esperaba más, aunque la cueva es bonita y tiene elementos que la hacen muy atractiva, a mi personalmente me supo a poco. Es una única galería ascendente cuya sección permanece invariable a lo largo de todo el recorrido, salvo al final cuando ya vas a llegar al lago. Lago que no nos molestamos en fotografiar por lo aborrecido que estaba ya de verlo en vídeos y en fotos.

Quisiéramos apuntar que es una cavidad cálida, en contraste con los 3ºC que haría en el exterior aquella mañana del 26 de diciembre, entras en la cueva y te pega un bofetón de calor que te sobra hasta el mono.

Bueno, la verdad es que ya no nos lo tienen que contar. La teníamos pendiente, ya la hemos visto, hemos hecho las fotos y, por supuesto, disfrutamos del día y de la actividad.

Vamos con las fotos.




 


Esta es la primera foto que hicimos, elegimos este encuadre porque consideramos que mostraba con mucha claridad uno de los mayores atractivos de la cueva, sus gours.
Insisto, seguro que la foto y la cueva ganaría más si esos gours estuvieran llenos de agua.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Los techos, hay que decir que el techo de la cavidad, todo él conformado en un plano de estratificación, también tiene puntos donde está muy decorado, formaciones, macarrones, estalactitas, es bonito.
En esta foto quisimos darle protagonismo a ese techo y, ya de paso, dejar ver la forma de las secciones de la cueva que, como dijimos antes, permanece constante durante todo el recorrido.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Esta siguiente foto está tomada en un punto más bajo, no demasiado lejos ya de la entrada de la cueva, más gours, otro techo y la misma sección.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Aquí los gours de arriba pero con más detalle.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s




Diatomitas de la Venta del Juez

Elche de la Sierra; Albacete


Tierra de diatomeas.

¿Cómo llegó a nuestro conocimiento la existencia de esta mina abandonada?
Pues lo cierto es que no lo tengo muy claro, creo que fue por la página web de un grupo mineralógico, pero sin duda lo que me llamó realmente la atención de este conjunto fue la arquitectura subterránea cuando vi aquellas fotos que habían hecho con el móvil.

Inicialmente habría pensado que era una mina de caolín, o de arenas silíceas, pero había algo diferente en aquel patrón de excavación. Las galerías eran estrechas,  tenían secciones geométricamente perfectas, con paredes rectas y techos altísimos totalmente planos, pensé que podría dejar un encuadre muy curioso para las fotos.

Luego ya vino cuando leímos acerca del mineral que se extraía en esta explotación; diatomitas, que es un mineral que proviene de la fosilización de un tipo de plancton marino al que se conoce como diatomeas, no lo había oido en mi vida...pero informándonos un poco más descubrimos que es bastante popular porque tiene muchos usos, sobre todo en agricultura.

De hecho, esta mina que hemos visitado lleva relativamente poco tiempo abandonada, desde los años 90, que es una fecha bastante reciente en comparación con las minas abandonadas que solemos visitar. Y se abandonó porque se comenzó a trabajar en una explotación muy cercana y que hoy en día todavía sigue en activo, aunque en este caso ya es una mina a cielo abierto, se explota con técnica y maquinaria mucho más moderna y que no tiene labores subterráneas.
 



Dándole vueltas a esa arquitectura subterránea que tanto me atrajo para visitar la mina no he podido evitar pensar que es probable que esté relacionada con el poco tiempo que lleva en abandono, quizá más adelante, con el paso de las décadas, los derrumbes comiencen a hacer mella en estas trabajadas galerías y dentro de 100 años las secciones ya no sean geométricamente tan perfectas.

De cualquier forma, nos gustó mucho esta labor subterránea. Un lugar peculiar.



 


En esta siguiente foto se aprecia muy bien lo que hemos tratado de describir anteriormente y lo que habíamos venido a buscar.
Ya lo hemos dicho en alguna otra ocasión, en las minas de estos tipos de minerales hay que tener mucho cuidado con las luces, al ser un material tan blanco se queman las fotos enseguida si te pasas un poco con la iluminación.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 100
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Aquí otra vista en otra de las galerías, en esta ocasión totalmente perpendicular a la anterior. Misma forma, mismo patrón.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 200
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Esta siguiente foto la hicimos con luz natural, sin uso de flashes.
Es la primera galería paralela al talud donde están las bocas de la mina, se aprecia claramente el plano en cuadrícula que tienen las minas de estos tipos de minerales.
Si te vas internando más en la mina, lógicamente, la luz exterior desaparece.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 200
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        2.5s



Y por último subimos esta siguiente foto, en la parte más profunda de la explotación.
Aquí ya se ha perdido casi totalmente la forma tan característica de las secciones, se observan multitud de derrumbes y la cara vista de las paredes muestra cierta alternancia de materiales en forma de estratificación como quisimos reflejar en esta imagen.

    Canon EOS 6D MarkII           f/9.0        ISO 100
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s








Boquerón de Navellía

Valdemoro-Sierra; Cuenca


Otoño.

Es curioso cómo se van desarrollando los acontecimientos y cómo se van transformando las ideas. Hace un tiempo vi la topografía de esta cueva haciendo búsquedas en internet, me pareció curiosa pero no me pareció lo suficientemente interesante como para pegarme el viaje para ir a verla, está lejos y perdida.

Sin embargo, este año le volví a echar un vistazo. Es cierto que no tiene mucho recorrido, pero esa sala tan grande y esas formaciones estratificadas en yesos nos podría dejar una buena foto. Además de que este tipo de cavidades tan desconocidas y a las que casi nadie le presta atención son lo que más nos gusta.

Nos paraba mucho lo lejos que está Valdemoro-Sierra, pero no es la primera vez que hacemos un viaje tan largo en el día. Pero nos paraba aún más la aproximación, larga y confusa, difícil y nada definida. Un montón de kilómetros por pista forestal que no sabíamos en que estado iba a estar y luego la aproximación a pie por un terreno sin sendas y sin visibilidad, una aproximación de GPS en mano.

El devenir de los acontecimientos hizo que este sábado nos lanzáramos a intentarlo, y no podríamos haber tenido más suerte.

Nos salió un día gris, plomizo, y frío, un día de otoño en la Sierra de Cuenca, pero con todo el encanto que tienen esos días y sus colores. La pista no estaba muy buena pero pudimos avanzar bastante por ella con el coche hasta que llegamos a un punto donde decidimos seguir a pie. Sí, la aproximación no es fácil, pero con el GPS y el mapa logramos encontrar la cueva sin perdernos demasiado. Está realmente escondida, en un lugar al que tu intuición jamás te habría llevado.




Tal fue nuestra fortuna que para llegar a la cueva hay que caminar por el monte campo a través, por lugares donde no hay sendas, ni trochas, ni caminos, ni nada; y bajando una ladera llena de robles no dábamos crédito al descubrir que estaba plagada de rebollones, y nos trajimos la cena a casa, fue genial.


 


La cueva del Boquerón del Navellía es el paso subterráneo de un arroyo, el arroyo de Navellía, que ha erosionado el yeso para volver a surgir por el otro lado de la montaña. Lo curioso es la enorme sala que deja en su boca de entrada y ese era el objetivo de nuestra foto.
Esta siguiente foto es la que teníamos planeada y considero que nos salió bien, le metimos cuatro flashes de contraluz y puse dos más iluminando el encuadre frontal.
Se aprecia muy bien la estratificación del yeso que conforma toda la cavidad.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 800
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s
  


Intentamos también hacer una foto en la que se apreciara de cerca las líneas del yeso en las paredes de la cavidad, pero no fue fácil, y aunque la foto está chula no creo que lográramos representar lo que pretendíamos.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 100
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s





Berig nº22


Este año dos fotos nuestras ilustran la portada y contraportada de la revista Berig.

Lo cierto es que nos hace mucha ilusión porque Berig es un referente en cuanto a publicaciones en el ámbito de la espeleología, es una publicación con bastante poca tontería y mucho rigor.

También hemos escrito un artículo para este número, donde hablamos de las fotos semisumergidas que hemos estado haciendo últimamente, como la de la portada de la revista.

Con respecto a la foto de la portada; esta foto la hicimos en la Cueva del Toro, en el puente de octubre de 2023, recuerdo aquella mañana en la Sierra de Espadán, creo que nunca habíamos ido tan temprano a esa cueva y hacía fresca, había llovido recientemente y había niebla, de alguna manera tengo un bonito recuerdo de aquel día, hicimos las fotos en la galería inundada y nos fuimos a casa, cuando salíamos de la cueva serían las diez de la mañana.

Recuerdo que cuando vimos las fotos en casa nos sorprendió el hecho de que habían salido varias buenas, no es habitual que esto suceda haciendo este tipo de fotos, como bien contamos en el artículo. Algo de tiempo más tarde contactaron con nosotros desde la edición de Berig y nos dijeron que les habían gustado mucha esas fotos, en especial una y que estaría muy bien que ésta fuera la portada del siguiente número de Berig.

La revista se puede ver en el siguiente enlace, y nuestro artículo se puede leer en las páginas 17 a 22.


https://www.cuevascastellon.uji.es/varios/berig22.pdf














Minas de Libros. Galería II

Rento de la Zofrera; Libros. Teruel


Miedo.

De la última vez que estuvimos en las Minas de Libros hace ya más de tres años, en aquel viaje logramos ver la que se conoce como Mina I o Mina Principal, la entrada donde subimos las fotos de aquella salida se puede ver en el siguiente enlace; Minas de Libros.

Sin embargo, siempre pensamos que se nos había quedado pendiente ver, al menos, una de las otras dos galerías que forman el conjunto, la conocida como Mina II, una galería con mucho menos recorrido que la Principal pero con unos elementos arquitectónicos que nos dolió no haber visto.

El recuerdo que siempre hemos tenido de aquella primera visita que hicimos en el año 2.021 es el de haber visto una mina con una geología muy característica y tremendamente fotogénica pero al mismo tiempo el de haber pasado miedo.

Y es que, por los materiales en los que está excavada, esas pizarras bituminosas, recorrer aquellas galerías da miedo, se observan muchos derrumbes y la sensación de fragilidad en la estructura es palpable.

Aún así, a pesar de saber que íbamos a pasar miedo y auto convenciéndonos de que el riesgo era muy relativo, fue más fuerte el ansia de sacarnos esa espina que se nos quedó clavada aquella vez y en este sábado de septiembre decidimos ir a entrar en esa Mina II.

Pasamos miedo, y tanto que pasamos miedo, la estructura en esta galería está mucho más deteriorada que en la Mina Principal y el inminente colapso de algunos tramos es manifiesto, se cae a cachos.

Pero es inusualmente bonita, o curiosa. La estratificación de esas pizarras que intercala vetas de azufre deja un paisaje subterráneo único.
Estuvimos el tiempo justo, y volvimos a casa contentos.

No creo que volvamos.




En esta primera foto se aprecia muy bien esa estructura de la que hablábamos antes. La estratificación de las pizarras, se aprecia con tanta rotundidad porque es un derrumbe del techo de la galería y yo estoy haciendo la foto desde el montón de escombro que dejó el derrumbe.
Sin embargo, a mi me parece una foto muy chula.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



En esta siguiente foto se observa otro colapso del techo de la galería en otro punto.
Dando forma a esa cubierta tan característica.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Esta foto es en el mismo punto que la anterior, la hemos querido subir porque se observa con mucha claridad el comportamiento mecánico de este material y su debilidad.
Tarde o temprano ese techo caerá.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 200
    Canon EF 17-40 f4L            23mm        1/160s



Esta última foto muestra el lugar que tanto nos animó a regresar a esta mina.
Son tres arcos consecutivos construidos en mampostería con la función de reforzar la galería en ese punto, un sistema de entibación como se verá en muy pocos otros lugares.
Este es el final de la galería, tras el último de los tres arcos hay un derrumbe que, yo no me asomé, pero impide la continuidad del recorrido.
Este punto está bastante lejos de la entrada a la mina.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s





Cueva del Bergantín

Rodalquilar; Níjar. Almería


Una fractura volcánica.

Se la conoce como Cueva del Bergantín o Cueva del Marrajo depende de quien nos hable de ella. También es uno de esos puntos donde te llevarían si contratas alguna excursión en barco. 
Sin embargo, su ubicación precisa no aparece en ningún sitio, nosotros la encontramos por pura observación, y tampoco vamos a desvelar su localización exacta. Además, solo es accesible por mar y el punto más cercano desde el que podrías salir está a unos 2 kilómetros de la cueva, no es tan sencillo llegar.

La cueva es una fractura de origen volcánico enclavada en un punto de bastante atractivo estético. La parte subterránea tendrá un recorrido de más de 30 metros, bastante altura y un pórtico espectacular. En la parte exterior la fractura forma una piscina natural muy bien resguardada de la corriente del mar.


    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 800
    Canon EF 17-40 f4L            19mm        1/640s


Para nosotros fue la actividad del último día y yo no las tenía todas conmigo de que fuéramos a ser capaces de llegar, pero lo cierto es que todo salió muy bien.


 

En esta primera foto, en la que no dispararon los flashes, se observa claramente la boca de entrada de la cavidad formando la ya mencionada fractura.
La foto está disparada desde la piscina natural de la que hablábamos.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 800
    Canon EF 17-40 f4L            19mm        1/160s



Esta siguiente foto, en la que sí dispararon los flashes, vemos la fractura desde un punto más cercano y se observa con mayor claridad la geología del lugar.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 800
    Canon EF 17-40 f4L            21mm        1/160s



Ya dentro de la cueva.
Apreciamos como la fractura se va estrechando y llega un punto en el que, aunque continúa, no es practicable para nosotros, al menos por su fracción aérea.
También observamos la altura de la grieta y la profundidad en su parte sumergida.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 800
    Canon EF 17-40 f4L            19mm        1/160s




Cueva de Las Palomas

Las Negras; Níjar. Almería


La más famosa.

El día que fuimos a ver la Cueva de las Palomas hizo realmente mal mar y a la vuelta, con viento de norte en contra, padecimos un poco.

En esta siguiente foto mostramos la boca de la cavidad vista desde el mar. 
Tenemos que puntualizar que la foto no es nuestra, la hemos sacado de internet, de la web de una empresa que ofrece excursiones en barco.





La Cueva de las Palomas es considerada como la cueva marina más grande del Cabo de Gata, y realmente nos muestra un gran volumen.

Es una cavidad de origen estructural y presenta una única sala en la que perfectamente se puede entrar con una Zodiac y dar la vuelta. Es un destino típico de quienes contratan una excursión en barco por la costa del Cabo de Gata.

Así que no es una cueva ni oculta ni desconocida. Es, de hecho, un spot bastante frecuentado.



 

Esta es la foto más representativa que pudimos hacer de la cueva, en la que se aprecia de mejor manera su volumen, tanto aéreo como sumergido.
Es una foto que no nos resultó fácil de hacer porque hay que disparar nadando y sin tener ningún punto de apoyo, igual que Ana, que tiene que dar batidas constantemente al mismo tiempo que sujeta el tupper.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 800
    Canon EF 17-40 f4L            21mm        1/160s



La cueva es más grande de lo que parece conforme te vas adentrando en su interior.
Aquí vemos a Ana acercándose a la fractura final, se aprecia que los fondos ya no son profundos y que se hace pie fácilmente gracias a los bolos que se han ido desprendiendo de los techos a lo largo de los siglos.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 800
    Canon EF 17-40 f4L            21mm        1/160s



Detrás de esta fractura final que mostramos en la foto aún hay una pequeña sala.
Aquí, desde luego, no llegan las excursiones en barco.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 800
    Canon EF 17-40 f4L            20mm        1/160s