Mina Concha

Ribesalbes; Castellón


Esquistos bituminosos.

¿Por qué vamos a estos sitios?
Si algo hemos aprendido estos últimos meses, o este último par de años es que hay lugares que se tornan increíbles a través del cristal de la cámara.

Habíamos visto esta mina en el catálogo del SICE y todo pronosticaba que no íbamos a poder adentrarnos mucho en su interior, consultamos otras fuentes y en todas ellas se recalcaba la inestabilidad del material en el que está excavada y lo peligroso que podría ser hacer una visita completa.

Sin embargo, las pocas fotos que habíamos visto mostraban una cavidad con una morfología muy particular y eso llamó mucho nuestra atención, pensamos que aunque no pudiéramos ver mucho...ahí había una oportunidad de dejar un buen legado con las fotos que hiciéramos.

Da miedo, confieso que una vez estás allí da miedo entrar y también quiero señalar que desde el punto hasta donde nos atrevimos a entrar se vislumbra continuidad, se ve una sala de techo bajo entibada con puntales de madera que no siguen una estructura. No es que se aprecien derrumbes en la cavidad, es que la cavidad es un continuo derrumbe.

Aún así, a las pocas decenas de metros que recorrimos de esta mina no le faltaron infinitos encuadres para mostrar su singular geología.

Ya lo hemos comentado en otras ocasiones, a veces vas a cuevas con centenares de metros en topografía y no te aportan nada, sin embargo, en otras ocasiones una galería, un rincón, o el simple color de la roca hace que merezca la pena una visita aunque la cavidad no tenga desarrollo. 

La Mina Concha, en Ribesalbes, fue una explotación de pizarras bituminosas, este es un mineral con un alto contenido en materia orgánica del que se obtiene petróleo tras un tratamiento químico. 
Ese era el objetivo de esta excavación minera, la obtención de petróleo.

Ya habíamos visto algo similar y también habíamos hablado de ello, fue en la Mina de Libros, en Teruel, una mina de la que se extraía azufre y en la que durante la excavación se encontraron paquetes de estas pizarras bituminosas y las utilizaron como combustible para los hornos de calcinación.
Cuando visitamos la Mina de Libros hicimos una foto a un paquete de estas pizarras bituminosas, aquella foto mostraba algo tan poco habitual que nos llevó a ser portada de una importante revista española de espeleología, se puede ver aquí.

De hecho, a nosotros esa disposición laminar del mineral que hemos visto en la Mina Concha de Ribesalbes nos ha recordado mucho a aquel día que visitamos el impresionante coto minero de Libros.

Un curioso lugar para echar unas interesantes fotos.


 

La entrada a la cavidad se presenta como un conjunto de tres bocas.
A juzgar por la morfología de las salas a las que dan paso se diría que las tres bocas daban inicialmente a una una única sala pero los derrumbes hacen que parezca que entramos a dos cavidades diferentes, la boca más al sur nos conduce a un pequeño socavón que colapsa a los pocos metros y tiene evidencias de visitas, basura. 
Las dos bocas al norte nos llevan a la mina de mayor desarrollo, son las que se ven en la foto.

    Canon EOS 6D MarkII           f/9.0        ISO 100
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/400s



En esta segunda foto mostramos la sala inicial, a pocos metros de la entrada.
Queríamos dar protagonismo a los planos estratificados que se suceden a lo largo de toda esta mina, así mismo es importante darse cuenta como todo el piso está cubierto de desprendimientos.

    Canon EOS 6D MarkII           f/8.0        ISO 100
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Si nos fijamos en la foto anterior observaremos que detrás de Ana la cavidad muestra continuidad, esta siguiente foto esta hecha siguiendo esa dirección.
Tratamos de hacer una foto con perspectiva para dar protagonismo a la curiosa morfología de las pizarras en las paredes.

    Canon EOS 6D MarkII           f/8.0        ISO 100
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Siguiendo en esta segunda sala que se conforma como un único y enorme cono de derrubios mostramos ahora una foto del techo que nos llamó mucho la atención.
Vemos como la cubierta de la sala es un plano perfecto del que se han ido desprendiendo lajas a lo largo del tiempo.

    Canon EOS 6D MarkII           f/8.0        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Esta siguiente foto la hicimos porque consideramos que ese pedazo de bloque desprendido geométricamente perfecto se la merecía y porque da una idea clara de la fragilidad y el peligro de esta mina.

    Canon EOS 6D MarkII           f/8.0        ISO 100
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



En esta última foto apreciamos el carácter de la sala en una visión más global.
Se ve el techo, el carácter estratificado de las paredes y el cono de derrubios que ocupa por completo todo el volumen, sobre el que está Ana.

    Canon EOS 6D MarkII           f/8.0        ISO 100
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s


Mina Santiago

Albarracín; Teruel


Días de Pascua.

Habíamos estado dándole vueltas a la reseña que se le dedica a esta mina en el libro "Minas de Teruel. Vestigios del pasado", y habíamos pensado que sería una buena actividad para alguno de los días libres de Semana Santa.

En ocasiones hacemos salidas en el día a lugares más lejanos pero Albarracín estaría en ese límite, además a mitad de abril los días ya son largos y no habría problema en que se demorara la jornada, también el frío, la Sierra de Albarracín está a considerable altura y haber ido más temprano en el año te podría haber dejado en un día desagradablemente frío y hostil.

La reseña que habíamos leído en el libro describe una cavidad realmente atractiva, remota y desconocida, casi inédita, nos llamaba mucho la atención. Es una de esas salidas que preparamos con ilusión.

Nosotros no hemos logrado encontrar en ningún lugar información alguna acerca de la cavidad subterránea relativa a esta vieja explotación minera salvo en el libro que mencionamos anteriormente, de la historia, de la ubicación y descripciones de las instalaciones de exterior sí pero de la galería minera no.

Tenemos que decir que la reseña y descripción que se puede leer en el libro relativas al acceso y exploración de esta mina es determinantemente incompleta y engañosa. 

El espeleólogo que decida visitar esta cavidad fiándose de las referencias expuestas en la citada publicación se va a encontrar con una serie de dificultades, impedimentos y trabas tanto técnicas como incluso administrativas que le van a hacer imposible la incursión salvo que sea muy observador, audaz y agudice mucho su ingenio.

Todo lo que podamos decir de la historia de esta explotación se puede encontrar fácilmente en internet, cabe mencionar que el inicio de las prospecciones data de finales del siglo XVIII, que fue una concesión que pasó por varias manos y que nunca fue muy rentable. Se extrajo hierro en forma de siderita y goethita fundamentalmente y mercurio en cinabrio, hasta principios del siglo XX.

La Mina Santiago es uno de los tres filones que conformaban la explotación minera llamada El Collado de la Plata junto con Mina Esperanza y Collado de la Plata, estos dos últimos favoreciendo la extracción de cobre, son distantes entre sí varios kilómetros.
Hoy en día se conservan en ruinas las instalaciones del Collado de la Plata y sus pozos cercados. Incluso hay un panel informativo al lado de las ruinas totalmente deteriorado por el tiempo y quemado por el sol, apenas ya se puede leer.



La bocamina de la Mina Santiago está excavada en una trinchera reforzada por piedra en seco que se adentra hacia el interior y nos deja en una galería escalonada de unos 90 metros de longitud con fuerte pendiente descendente.
No dejemos de fijarnos en la puerta metálica que protege el acceso a la cavidad.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/40s



Con esta foto queríamos mostrar el carácter de la galería descendente escalonada.
La foto está disparada con un único contraluz en la configuración de 4 flashes.

    Canon EOS 6D MarkII           f/8.0        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



La galería descendente nos deja en una enorme fractura vertical en la que en ocasiones nos cuesta adivinar el final de los techos y sobre la que se desarrolla toda la mina.
La foto está disparada con 6 flashes, 4 de contraluz y otros 2 iluminando el encuadre frontal.

    Canon EOS 6D MarkII           f/8.0        ISO 800
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Si leemos acerca de la historia de esta explotación veremos que se menciona que las vetas de mineral se encontraban enclavadas entre paquetes de roca cuarzosa.
Con esta foto hemos querido mostrar la naturaleza de esos paquetes de cuarzo, en este caso sobre los techos de la galería de acceso.
La foto está disparada con un contraluz e iluminación frontal.

    Canon EOS 6D MarkII           f/8.0        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Vemos en esta foto a Ana observando una pared con importantes afloramientos de mineral de hierro en la fractura principal.
La foto está disparada con un potente contraluz y un flash de zoom fijo iluminando la pared.

    Canon EOS 6D MarkII           f/8.0        ISO 1600
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s


 
En esta última foto en la que se trata de mostrar el carácter de la fractura principal se puede observar como la grieta está salpicada de llaves verticales que dividen la mina en diferentes niveles o pisos. 
Esta característica va a hacer muy complicada la progresión por la cavidad.

    Canon EOS 6D MarkII           f/8.0        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s


Cova del Barranc de Les Salinetes

Estubeny; Valencia


Aquella vieja publicación.
 
Hace un par de meses comentábamos cómo habíamos localizado una cavidad excavada en yesos a partir de haber leído un artículo en la revista Lapiaz número 11 de 1983. 
Era la Cueva de la Casa de la Hoya, en Cortes de Pallás.

Aquella cavidad nos sorprendió mucho, tanto la cueva en sí como el hecho de que una cavidad de aquellas características se hubiera mantenido perdida y en el olvido durante tantos años.

Tanto nos gustó aquella cueva que, con la ilusión que otorga la ignorancia, nos pusimos a repasar aquel viejo artículo con la esperanza de que entre aquellas líneas se ocultara algún otro secreto. Hay muchas cavidades documentadas en esa publicación que hoy en día se desconocen.

Hubo una de ellas que, por las características que se describen en la somera reseña y por ubicación geográfica, pensamos que podríamos encontrar. 
Es la Cova del Barranc de Les Salinetes, en la población de Estubeny. 




Nos tocaba ahora volver a hacer el ejercicio de triangular las coordenadas sobre un mapa antiguo, trasladar esa posición a un mapa actual y rastrear sobre una ortofoto la zona para ser capaces de intuir algo. 
Buscamos y nos pareció haber encontrado algo, aprovechando un día que pasábamos cerca de allí después una salida a otra cueva nos acercamos, pero lo que nos había parecido intuir en las ortofotos no era nada.

He de decir que, por circunstancias de la vida, tengo la fortuna de tener el contacto de Policarp Garay y poder permitirme el lujo, cuando la ocasión lo merece, de darle un toque y contar con su ayuda. Y así lo hicimos. 

Poli me dijo que sí había estado en aquella cueva pero podría hacer de aquello más de 40 años, no nos pudo dar una descripción exacta del acceso pero sí nos indicó unas pautas que fueron cruciales para encontrarla. 

Creo que es importante mencionar que el Barranc de Les Salinetes ha perdido su topónimo en los mapas actuales, de hecho fue genial la ocurrencia de consultar versiones anteriores de Iberpix hasta que dimos con una en la que el barranco aún conservaba este nombre.

Pegamos a continuación un mapa del Visor GVA donde hemos dibujado la ubicación exacta de la cavidad.




Hay que reconocer que la Cueva de la Casa de la Hoya, en Cortes de Pallás, tiene una morfología excepcional, es un fenómeno único, y también hay que reconocer que cuando buscábamos esta Cova del Barranc de Les Salinetes siempre albergamos la esperanza de encontrarnos con algo similar, pero no es así.

La Cova del Barranc de Les Salinetes es una cavidad excavada en yesos, tiene algún rincón muy puntual donde vamos a encontrar algún intento parecérsele pero el carácter general es mucho más simple, está muy lejos de alcanzar la majestuosidad de aquella cueva de Cortes de Pallás.




La boca de la cavidad.
La boca de la cueva se presenta como un hundimiento en el fondo del barranco, es de considerables dimensiones y se adivina ya a primera vista que la cavidad actúa como sumidero. Al estar en el cauce del barranco y rodeada de vegetación no se ve desde lejos, tienes que estar casi encima para advertirla.
La foto la disparamos con 4 flashes de contraluz en el interior de la sala.
Inicialmente probamos a hacer la foto con baja obturación y trípode pero no nos gustó el resultado y cambiamos el esquema.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/80s



El yeso.
Como ya hemos indicado anteriormente la cueva no tiene formas espectaculares en todo su recorrido pero sí algún rincón interesante donde el material sobre el que está excavada deja alguna foto bonita.
Esta foto está tirada con un contraluz, un flash lateral iluminando la pared y otro dándole luz a Pasqual, que en las primeras fotos sin este último flash salía muy oscuro.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 100
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



La galería.
La cavidad se desarrolla a través de una única galería que en ocasiones es cómoda e incluso permite estar de pie y en otras no. 
Con esta foto queríamos mostrar ese carácter general de la galería en un punto cualquiera.
La foto está tirada con el conjunto de 4 flashes en contraluz.

    Canon EOS 6D MarkII           f/8.0        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Un último rincón.
Este es otro de los puntos en los que se aprecian los yesos, al desnudo y erosionados. No abundan pero están.
La foto está disparada con flash lateral y contraluz.

    Canon EOS 6D MarkII           f/8.0        ISO 100
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Gota a Gota número 26


Es una de nuestras fotos la que ilustra la portada del número 26 de la Revista Gota a Gota.




Recuerdo muy bien cuando hicimos esta foto, no hace tanto, fue en agosto de 2021.

Fue durante un viaje que hicimos en las vacaciones de verano a las Minas de Libros, en Teruel, un impresionante coto minero abandonado que benefició la extracción de azufre, ya le dedicamos una entrada en este blog en su momento.

La foto fue la última que hicimos aquel día y recuerdo que estuvimos a punto de no hacerla, llevábamos  ya unas 3 horas dentro de la cavidad, habíamos hecho ya muchas fotos e íbamos a comenzar a recoger. 

La foto muestra un paquete de pizarras bituminosas desprendidas del techo que habían quedado en esa curiosa disposición. Aunque, como hemos dicho antes, la Mina de Libros estuvo centrada en la extracción de azufre, la naturaleza del terreno es también rica en estas pizarras con alto contenido en material orgánico que arde con facilidad y que fue utilizado como combustible para los hornos de calcinación.

Durante los últimos encuadres habíamos estado merodeando por una zona con abundante presencia de este mineral y el conjunto que se muestra en la foto ya lo habíamos visto, pero no fue hasta el último momento que nos dijimos "Sería una lástima no llevarnos un recuerdo de este peculiar fenómeno".

Curiosidades de una foto.