Apodaka; Zigoitia. Álava, Euskadi
El karst de Apodaka.
El conocido como karst de Apodaka es un conjunto de cavidades que forman este acuífero kárstico, los Pozos de Lendia es una de las cuevas de esta red.
Nosotros, en este artículo, no vamos a tratar ningún aspecto científico, hidrogeológico o topográfíco de esta cavidad, primero porque lo desconocemos y segundo porque hay ya bastante información en la web que habla de estos asuntos con mucho más rigor de lo que podríamos hacerlo nosotros.
Vamos a contar la historia que nos trajo hasta aquí y el enfoque que le dimos a la cueva desde un punto de vista fotográfico.
El invierno pasado, leyendo alguna revista de espeleo, descubrí la existencia de esta cavidad. Inicialmente no me planteé nada porque había muy poca información, no había topografía, había muy pocas fotos y, sobre todo, era desalentador el hecho de que, según lo que se podía leer, no solo era impracticable la mayor parte del año sino que había que esperar a una época de acusada sequía para que la boca no estuviera sumergida. Es decir, podría ser que hubiera años en los que ni siquiera al final del verano se pudiera entrar.
Además de que no sabíamos nada de la cueva; no sabíamos si habría alguna parte seca, si habría zonas de techos bajos, si cubría en todo momento, si habría zonas estrechas...no sabíamos en absoluto lo que nos podíamos encontrar.
En definitiva, un río subterráneo impenetrable casi siempre, de unos 600 metros de recorrido en el mejor de los casos y poco más. Muy descartable.
Más tarde en el año fui descubriendo que había otras cuevas por la zona que podrían interesarnos, más o menos cerca, no necesariamente en este conjunto kárstico, y la idea de un viaje fue tomando forma. Lo cierto es que seguía sin dar un duro por aquella cueva pero, sin embargo, compré dos de esos botes hinchables de niño pequeño que se utilizan en espeleo para recorrer ríos subterráneos sin tener que meterte en el agua helada.
Era muy tentador, para ser honesto, poder entrar en esa cueva de la que había tan poca información gráfica y hacer un buen reportaje, nadie había hecho unas buenas fotos de espeleo en ese sitio, o al menos nadie las había publicado.
Y, poco a poco, Pozos de Lendia se fue convirtiendo en la prioridad del viaje. Si no funcionaba pues tiraríamos de alternativas, pero ya con menos ilusión.
Llegó la fecha y el viaje ya estaba organizado. El viaje de verano. Un viaje corto en esta ocasión.
Por supuesto, la primera cueva a la que fuimos fue a los Pozos de Lendia. Estaba nervioso por lo que me iba a encontrar, lo confieso. Pero nos encontramos que estaba en perfectas condiciones y nos pusimos a la faena.
Fueron varios factores; el desconocimiento de la cavidad, la nula práctica en el manejo de los botes, el uso de la funda estanca cuando no era necesaria...pero sobre todo, un planteamiento erróneo de cómo íbamos a hacer las fotos y cómo íbamos a iluminar. La cuestión es que las fotos de este día salieron una mierda, y lo peor, que nos dimos cuenta tarde, cuando las vimos en el ordenador en el alojamiento. La verdad es que me sentí realmente frustrado.
Esta siguiente foto fue la única que salió bien de aquel primer día, pero la faltaba la esencia de la cueva, el río subterráneo y el ambiente acuático.
Le estuve dando vueltas todo aquel día, además habíamos elegido una semana de mal tiempo, con pronóstico de chubascos y lloviznas, lo que hacía que ir a las actividades alternativas al día siguiente me apeteciera bastante poco.
Y entonces lo decidimos, al día siguiente volveríamos a Lendia, sin funda estanca esta vez, con un esquema de iluminación diferente y con un método distinto para hacer las fotos.
Esta vez, cuando hicimos las fotos, regresamos al alojamiento y las vimos, supimos que habíamos acertado, que lo habíamos hecho bien.
Esta siguiente foto fue un claro ejemplo para nosotros, por fin habíamos logrado captar el ambiente acuático de la cavidad con un patrón de iluminación que permitía apreciar texturas, morfología y volumen. Estábamos contentos.
Me tuve que mojar más que el día anterior pero mereció la pena.
Por resumir, los contraluces de todas las fotos están hechos de la misma forma, cuatro flashes en piña dentro de un tupper de Ikea, lo que hacemos siempre en cuevas con agua.
El primer día este tupper iba atado al bote de Ana y Ana lo iba arrastrando al navegar, gran error, porque la distancia del contraluz al modelo era muy poca y las fotos salían oscurísimas, por no mencionar que a veces los flashes apuntaban al fondo y solo se iluminaba el agua.
En esta siguiente foto se puede apreciar que los flashes de contraluz están situados fijos, en un punto en tierra, ya no van flotando por ahí, eso me permitía calcular mejor las distancias y poder fijar algunos parámetros, también yo llevaba un flash conmigo con el que podía ir iluminando los encuadres frontales cuando era necesario.
Otro punto importante fue decidir no llevar la funda estanca de la cámara, era mucho más arriesgado en un ambiente tan acuático, pero es que la funda, aunque va muy bien, es mucho engorro; cuesta enfocar porque no ves, la cúpula es mucho más susceptible de ensuciarse que el cristal de la cámara, no ves con claridad si te ha salido bien la foto o no...
Llevar la cámara sin funda el segundo día fue un gran alivio.
En esta siguiente foto se ve que la cavidad tiene unos volúmenes que, sinceramente, no nos esperábamos.
Esta siguiente foto me viene muy bien para explicar otra de las dificultades con las que nos encontramos al hacer estas fotos.
La idea es que para hacer esta foto yo también iba montado en una barquita y flotando, en una mano la cámara de fotos y en la otra un "remo" con el que trataba de ir posicionándome para lograr un encuadre bueno en el que Ana tapara el contraluz.
Malabares
Una buena morfología de erosión freática.
Estamos satisfechos por las fotos que salieron y estamos contentos por poder mostrar el interior de esta cavidad y que se vea lo que es. Una maravilla.
En esta última foto mostramos el que fue nuestro centro de operaciones, un punto seco y cómodo que hay no demasiado lejos de la entrada y desde el que podíamos preparar el material y plantear los encuadres.
Porque hay que decir que no vimos la cueva entera ni mucho menos, nos quedamos en los puntos que nos parecieron más interesantes.
En su momento no me importó hacerlo así, ahora me arrepiento de no haber entrado más.
Pero es verdad que las fotos es mucha faena y no se puede estar en el plato y en las tajás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario