Los dedos amarillentos

Óxido de hierro y carbonato cálcico.


Hemos querido dedicar esta entrada a una cavidad que nos sorprendió enormemente por las características geológicas que presenta.

En especial las cristalizaciones de carbonato cálcico, con sus formas piramidales, que tapizan interminables superficies parietales y cenitales.

Esta cavidad ha sido explotada durante siglos para la extracción de mineral de hierro y hay toneladas y toneladas de polvo de limonita a lo largo de todo su recorrido. La abundancia de estos óxidos de hierro juega un importante papel estético en este peculiar paisaje subterráneo.



Esta cavidad es mucho más de lo que mostramos en esta entrada. 
Con una enorme importancia histórica, etnográfica, geológica y biológica no vamos ni a aproximarnos a hacerle la justicia que merece este fenómeno subterráneo.

A continuación mostraremos una pequeña serie de fotografías que corresponden a ciertos rincones de la cavidad que nos parecieron suficientemente representativos para el propósito que pretendemos con esta entrada del blog.

 


Foto 1. Las grandes salas.
Uno de los elementos que más nos va a llamar la atención de esta cavidad es la existencia de una sucesión de salas de gran volumen con los suelos adaptados al trabajo del hombre. 
En esta foto hemos tratado de dar protagonismo a la naturaleza y morfología de la roca que va dando forma a la cavidad, con esos increíbles techos.
Esta foto está tirada con 6 flashes. 4 de ellos en piña sobre un trípode hacen de contraluz detrás del modelo e iluminan gran parte del techo que queremos mostrar. Un flash más ilumina de forma más directa el encuadre de techo al que no logra dar luz el potente contraluz. Y un último flash detrás de la escollera que se ve a ras de suelo rellena la parte inferior del encuadre.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Foto 2. Las grandes salas.
Pensamos que merecía la pena mostrar una foto más de otra de las grandes salas. En especial esta, en la que se aprecia la impresionante labor realizada por el hombre en esta cavidad. El apilado de escolleras es masivo a lo largo de todo el recorrido.
En esta foto se pone de manifiesto la naturaleza mineral del material que predomina en la cavidad, el color amarillo-ocre del óxido de hierro.
La foto está tirada con 6 flashes. 4 unidos en piña sobre un trípode haciendo de contraluz tras el modelo. Y otros 2 a ambos lados del fotógrafo para iluminar el encuadre frontal.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 800
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s 



Foto 3, 4 y 5. Gruesas capas de calcita.
Con estas tres fotos hemos pretendido dar visibilidad a esas gruesas capas de carbonato cálcico tan peculiarmente cristalizado que forran enormes superficies de la cavidad.

    Canon EOS 6D MarkII           f/16        ISO 200
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



    Canon EOS 6D MarkII           f/8        ISO 100
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 100
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Foto 6. Un pasado remoto.
Este rincón de la cavidad, que lo acabas encontrando si deambulas un poco por la zona de las grandes salas, nos dejó un poco fuera de juego. Esto es un antiguo gour, pero muy, muy antiguo, de un tiempo en el que la cavidad donde se formó no debió tener nada que ver con lo que es ahora. 
Formaciones muy relícticas que nos dan muchas pistas.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 200
    Canon EF 17-40 f4L            22mm        1/160s




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