Galería Júpiter. Minas del Hembrar

Chóvar; Castellón


Un gran descubrimiento.

El Barranco de Ajuez y el paraje del Hembrar, en Chóvar, es uno de los entornos donde más prolífica fue la actividad minera relacionada con la extracción de mercurio en la Comunidad Valenciana.

En este blog ya hemos dedicado alguna otra entrada a diversas galerías de estas labores mineras.

En cuanto busquéis información acerca de esta mina o de alguna otra de la localidad muy fácilmente el buscador os va a llevar a documentos donde se explica con gran detalle y profundidad la historia de estas explotaciones, así como el marco geológico y todos los factores que hicieron que se iniciaran estas labores y también las causas que provocaron su cese.

Es por eso que nosotros aquí no vamos a entrar a exponer estos datos. Pero sí cabe mencionar que hay uno de esos documentos donde se habla de una galería, y hay fotos de ella, que durante años se ha confundido con otra, obviando su existencia y quedando en el olvido.

Pero había datos y flecos que mosqueaban y hubo quien decidió darle una vuelta a los registros actuales, y tras una batida por la zona se halló este año la mencionada galería que llevaba décadas oculta a nuestro conocimiento.

Nosotros lo consideramos un gran hallazgo y damos la enhorabuena a los autores del descubrimiento.

Además, es una mina chula, no excesivamente grande pero sí de buenas dimensiones para recorrerla y con gran cantidad de vestigios de la bien nombrada arqueología minera. Y tiene una particularidad que es muy valorable, no está pateada, al haber permanecido en el desconocimiento durante tanto tiempo y gracias una ubicación remota, poco intuitiva y de difícil acceso no hay marcas de visitas, no está expoliada. 

Lo que decidieron dejar abandonado tras su desmantelamiento hace aproximadamente 100 años sigue allí, no la han reventado los coleccionistas de minerales, las vetas de cinabrio que en su día dejaron de ser rentables siguen incrustadas en las paredes de las galerías, sin picar.

Madrugamos aquella mañana de julio y temprano estábamos en el lugar, a 700 metros de altura, antes de que el sol comience a pegar, aún se está bien.

Pero, probablemente, el hecho que más nos emociona de esta historia es el que nos hace tomar conciencia de que aún hay sitios por descubrir y que no todo está inventado.


 

Recuerdo cuando hicimos esta foto, queríamos dar protagonismo a este bidón de combustible que llevaría ahí cerca de un siglo en medio de la galería, aún se leía la marca del fabricante; pero al iluminar el encuadre con el potente contraluz y ver la foto en el display me sorprendió muchísimo cómo de claro se apreciaba ese espejo de falla.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 200
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



No es demasiado habitual ver espejos de falla, tampoco es que este sea liso como un cristal, pero se identifica con facilidad.
De esta manera decidimos hacer una foto similar pero dando protagonismo al espejo de falla.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 200
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Otra de las particularidades de esta mina es su pozo, situado en el entronque de la galería principal con el resto de ramales, es ancho y da luz a un peculiar micro-habitat.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 200
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1,3s



El carácter de la galería principal en sus últimos metros.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



La arqueología minera.
Sin duda uno de los principales atractivos de esta visita, para nosotros, fue contemplar esta placa de giro de vagonetas, y le dedicamos un estudiado encuadre.
Esta claro que le falta el plato superior pero esto lo hace aún, si cabe, más interesante.
Se aprecia también en esta foto, por el vapor que provoca el contraluz detrás de Ana, el nivel de humedad en esta cavidad.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 200
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Las vetas de cinabrio.
Como comentábamos previamente, y muy al contrario del resto de minas de este paraje, aún se pueden apreciar las vetas de mineral en las paredes y techos de las galerías. Y ojalá permanezcan ahí un siglo más.

    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            22mm        1/160s


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