Quatretonda -Valencia-
Tienes que conocer a alguien.
Hay un documento de la Conselleria que se llama Catálogo de Cuevas de la Comunidad Valenciana, en esta lista se señalan las cavidades de especial interés de las tres provincias, puede ser por distintos motivos. La Cova de l'Aigua de Quatretonda es una de las cuevas que aparecen en el catálogo, es visible, se menciona en un documento público y es accesible a todo el mundo. Bueno, pues ni dios sabe donde está esa cueva, es importante decir que en este catálogo del que hablamos no se precisa ni ubicación ni acceso a ninguna de las cavidades que en él aparecen.
La Cova de l'Aigua de Quatretonda la conocen grupos reducidos de personas que no han publicado en ningún lugar sus coordenadas ni nunca han escrito una descripción detallada de la aproximación. La idea final es que para acceder a esta cueva tienes que conocer a alguien que te explique bien cómo llegar o que te pase la ubicación exacta porque, además, no hay senda de acceso ni nada que se le parezca, de hecho la aproximación es incomodísima, cruzando zarzas, arbustos y todo tipo de vegetación de monte bajo que la convierte en un muy penoso paseo y de nula visibilidad.
Nosotros la habíamos tenido en mente durante años, incluso habíamos salido a buscarla en alguna ocasión, sin éxito. Pero el empeño de los últimos meses y la perseverancia hizo que nos ganáramos la confianza de alguien que nos desveló el secreto. Estamos muy contentos de haber cumplido aquel viejo proyecto.
Dos semanas más tarde regresamos para completar el reportaje de fotos y la exploración, en esta ocasión con la ayuda Ian, un joven espeleólogo, natural de Quatretonda y gran conocedor de esta cueva que nos llevó hasta más allá del interrogante que aparece en la topografía. Es remarcable el trabajo y la dedicación que este muchacho ha puesto en esta cueva y desde aquí agradecemos su inestimable apoyo.
Material:
Canon 550D + Canon EF-S 10-18mm + 3x Neewer NW 562 (radio frecuencia).
Transporte: PeliCase Storm + Dicapac WP-S5 + 2x Bidón estanco Curtec 6L.
Hacer fotos en esta cavidad ya es harina de otro costal. No da mucho margen, la cueva es un canal estrecho lleno de agua y se encuentran muy pocos lugares donde poder apoyar el material en seco tanto para hacer las fotos como para prepararlo todo, y los que hay son barro puro. Vas sufriendo en todo momento, un mínimo fallo y el equipo se va al agua. La progresión con el material también es comprometida, en muchas ocasiones se va con el agua al cuello e incluso hay que superar algún besa-techos. Es imprescindible transportarlo todo en recipientes que te garanticen una total estanqueidad y esto convierte la actividad en algo realmente incómodo y desasosegante.
En la segunda visita a la cavidad lo habíamos planeado todo mucho mejor para que el transporte de material y la preparación para hacer las fotos fuera algo más liviano, íbamos tres personas; uno transportaría la maleta estanca y las otras dos personas transportarían un bidón cada uno. Llevamos sólo tres flashes, no era necesario más.
Sin embargo cometimos lo que a mi me parece un error de manual, algo que ya nos ha pasado a todos muchas veces con las cámaras compactas de flash frontal.
La cueva es de reducidas dimensiones y está llena de agua, el porcentaje de humedad en el ambiente es 100%, saturación, y eso hace que cada bocanada de aire y cada respiración vaya llenando el aire de vapor de agua. Las fotos las hicimos a la vuelta, primero vimos la cueva y en el camino de regreso fuimos parando en cada localización para hacer las fotos, habíamos pasado dos veces por el mismo sitio y la atmósfera se resintió, en cada contraluz se aprecia el halo que deja la luz al pasar por el vapor quitándole mucha nitidez a la foto al menos en esa zona.
Deberíamos haber hecho las fotos a la ida tratando de contaminar lo menos posible la atmósfera con nuestra respiración o deberíamos, en la medida de lo posible, haber evitado el uso del flash a contraluz conformándonos con las fotos planas que eso conlleva.
A continuación muestro una foto de la combinación que utilizamos para el transporte y fotografía en este tipo de cavidades.
-Puedo asegurar que la maleta es completamente impermeable, en ocasiones la hemos tenido que hundir y jamás ha entrado una gota de agua. Asímismo hay que mencionar que, aunque la maleta cabe en una saca de espeleo de 40 litros, es bastante molesta de transportar en gateras o pasajes angostos.
-La funda estanca Dicapac da mucha tranquilidad a la hora de hacer las fotos en cuevas como esta, cuevas en las que siempre llevas las manos mojadas o llenas de barro, cuevas en las que en cualquier lugar donde apoyes la cámara va a estar húmedo, embarrado o mojado. Nunca he hundido la funda en el agua con la cámara dentro, es un riesgo que no he querido correr. Por otro lado hay que señalar que manejar la cámara en esta funda es realmente engorroso, hay muchos controles a los que no se accede con facilidad o directamente no los puedes tocar, mi consejo es que antes de meter la máquina en la funda la dejes todo lo configurada que puedas para hacer las fotos que habías planeado.
Aquí pegamos una topografía de la cueva, se la hemos fusilado a P. Garay, A. Sendra, A. Fco y J. Palmero, la publicaron en la revista Lapiaz nº 3-4 de 1.979 junto a un extenso informe de la cavidad cuya lectura recomendamos encarecidamente. La topografía, como siempre, la hemos modificado levemente con el fin de mostrar con más claridad los lugares donde hemos tomado las fotos, en recuadros rojos.
Canon EF-S 10-18mm 10mm 1/100s
Canon EF-S 10-18mm 10mm 1/100s
Canon EOS 550D f/7.1 ISO 200
Canon EF-S 10-18mm 12mm 1/100s
Canon EOS 550D f/7.1 ISO 200
Canon EF-S 10-18mm 10mm 1/100s
Canon EOS 550D f/7.1 ISO 200
Canon EF-S 10-18mm 10mm 1/100s
Canon EOS 550D f/7.1 ISO 200
Canon EF-S 10-18mm 16mm 1/100s
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