Cueva del Grollador

Arroyo Cerezo; Castielfabib. Rincón de Ademuz -Valencia-


El agua que corta.

Arroyo Cerezo es una aldea pedanía del municipio de Castielfabib, en el Rincón de Ademuz.

Es la puerta de entrada de la ascensión a la Cruz de los Tres Reinos, un cerro de más de 1.500 metros de altura en el que históricamente han convergido las fronteras de Comunidad Valenciana, Aragón y Castilla-La Mancha.

La ascensión ofrece una vistas espectaculares a la vez que una geomorfología muy característica de fajas y terrazas de roca caliza que van dibujando la orografía del terreno como curvas de nivel sobre un mapa.

Es tierra de surgencias. En la vertiente sur de este cerro que acaba muriendo en la aldea de Arroyo Cerezo encontramos diversos manantiales, algunos permanentes y otros estacionales, varios de ellos son surgencias practicables.

A finales del año 2.020 me empeñé en visitar una de estas surgencias, una cueva conocida y documentada pero muy poco frecuentada a la que ya le dedicamos una entrada en este blog.
Era la Cueva de la Fuente de la Plata.

Como ya expliqué en su momento fue Ricardo Giménez quien me indicó la ubicación exacta de la cavidad, pero en aquella conversación me contó más cosas, me habló de otras cuevas de aquella zona.
Y una de ellas fue la Cueva del Grollador.

En aquel momento mi propósito estaba enfocado en la Fuente de la Plata y no quise mirar más allá, pero el tiempo pasa y vas encontrando momentos para releer las cosas con más detenimiento y con otra perspectiva, y a principios de este 2.022 nos planteamos la visita a esta cavidad.

Creo que había algo en aquel mail que no supe ver en su momento, había algo en aquel "muy cerca de la Cueva de la Fuente de la Plata hay otra, se llama Cueva del Grollador, no tiene tanto recorrido...", había un pero, había un "...no tiene tanto recorrido...pero está mucho más guapa", seguro, porque así es.

El agua que corta; La Cueva del Grollador tiene una boca que no invita a entrar, y una parte inicial seca con claros signos de haber estado inundada en el pasado o incluso de inundarse en momentos puntuales pudiendo funcionar como trop plein de un manantial que se encuentra unos metros más abajo. 
Esta parte inicial seca finaliza en un paso estrecho ascendente que se supera con una incómoda trepada pero que nos deja en una magnífica galería activa de cómodas dimensiones, morfología de río subterráneo, aguas cristalinas y huellas de erosión.

Solo hicimos fotos en esta galería porque después de un rato en esas aguas el frío se mete en el cuerpo, y las fotos que habías dicho que harías en la parte seca a la vuelta se desestiman en la frenética búsqueda del calor hacia el exterior.

Solo queda esta foto que hicimos desde la boca de la cueva hacia la aldea de Arroyo Cerezo.



 

El comienzo de la galería activa tras la trepada.


    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 100
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



La galería va aumentando sus dimensiones en su recorrido hacia el interior.
Estas fotos están tiradas con un flash de contraluz sobre un trípode para poder colocarlo en el punto de la galería que más nos convenga. 
Como iluminación frontal se utiliza un flash en un tupper de plástico transparente flotando sobre el agua y enfocando hacia el fondo.


    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 100
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Y se alternan tramos no inundados en los que el agua no deja de correr.


    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 100
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



Queríamos con esta siguiente foto mostrar de una manera conceptual el carácter y la morfología de la galería principal de esta surgencia.
La foto está iluminada con un único contraluz formado por los ya renombrados 4 flashes en piña. 
El reflejo del agua se consigue acercando lo máximo posible la cámara a ras de agua, lo que no me permitió mirar por el visor para encontrar el punto correcto de enfoque, y es una lástima pero la foto peca en eso.


    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 400
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



La galería finaliza en un quiebro que nos lleva a un pequeño lago en el que en uno de sus extremos se adivina un sifón.


    Canon EOS 6D MarkII           f/7.1        ISO 200
    Canon EF 17-40 f4L            17mm        1/160s



2 comentarios:

  1. Hola Juan, me alegra que te gustase la cueva. Las fotos son muy bonitas.
    Admiro el trabajo que realizáis documentando cavidades que ya nadie visita, y ésta no se encuentra precisamente cerca de casa.
    Saludos a los dos

    ResponderEliminar
  2. Maravillosas fotos. Yo me he iniciado este año en la espeleología y me resulta muy difícil plasmar las maravillas que estoy viendo en una foto

    ResponderEliminar