Hoz de Marrón; Ampuero. Cantabria
Tres ríos.
En el borde de un prado y al fondo de una dolina que le pone fin a un pequeño valle ciego se abre la boca de la Cueva Honda.
Es un sumidero.
Las grandes dimensiones de su boca y de su galería inicial se van reduciendo poco a poco hasta que vemos el río desaparecer en una fractura impenetrable, pero una gateada que se hace larga nos lleva hasta el cauce del segundo río.
Una interminable galería freática y activa nos mostrará lo más bonito de esta cavidad.
Sabemos que hay una red fósil a un nivel superior pero nosotros nos conformamos, y más que eso, con lo que vimos.
Una cueva que nos pareció espectacular.
La gran boca de entrada que desde lejos no se ve, oculta por enormes robles y avellanos.
Como comentábamos anteriormente la gran galería de entrada va reduciendo sus dimensiones hasta convertirse en un conducto con la típica morfología erosionada por la corriente.
La galería activa.
Tras la incomoda gateada llegamos a la galería activa, que es larguísima.
Golpes de gubia y agua cristalina nos acompañarán durante muchos metros.
En ocasiones la galería hace quiebros y otros cambios de sentido, haciendo más interesante aún un paisaje que nunca nos resultó monótono.
Canon EOS 6D MarkII f/7.1 ISO 400
Ya muy cerca de donde termina la espectacular galería la cueva nos da acceso al piso superior de carácter fósil.
Canon EF 17-40 f4L 17mm 1/160s
Y encontramos estas magníficas formas de erosión.
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